Me asomo a tu escote, primero disimulando,
después abiertamente,
y como no dices nada, ahueco un poco tu blusa para tener mejores vistas.
Maravillosas cumbres
son las que vislumbro.
Atraen mis manos como
si de un potente imán se tratase,
no puedo resistir tal
poder de magnetismo y mis manos se posan por encima de tu ropa.
Un tacto divino, pero
deseo más y como no te niegas sumerjo mis ávidas manos por dentro de tu ropa
interior.
Tu cálida piel… suave al tacto… pechos erguidos…
Llego a la guinda del
pastel, se humedece mi entrepierna…
Unos suaves
golpecitos en mi hombro : “ya hemos llegado al final del trayecto”
¿¿¿Ya??? Pero si estaba empezando…
Me bajo del tren con
locas ganas de hacer realidad el sueño…
Guapa ♥
ResponderEliminar