LOS CAMINOS DE LA VIDA

                                                      

Pisadas en la arena de una playa.

Una playa en mi vida.

Donde desemboca algún río, donde desemboca alguna vida.

Pisadas de un camino forjado con mis pies.

Pisadas de un nacer, de un vivir y de un destino.

Pasos dados.

Unos con miedo, otros con decisión,

unos con prisas y otros con calma,

algunos con coraje, otros con desánimo,

titubeantes o poniéndome el mundo por montera.

Mis pasos.

Con ayuda o en solitario.

Equivocados o certeros.

Caminos pedregosos o con suave y cálida arena, como la de esta playa.

Senderos con un radiante sol o cubiertos con una densa niebla.

Senda salpicada de lluvia o acariciante brisa.

Veo mis pasos en la arena de esta playa,

pasos que se van marcando y algunos de ellos las olas van borrando.

Como mis pasos en este camino de la vida,

algunos habrán sido imborrables, otros apenas perceptibles.

Pero los he dado.

A veces he llorado, otras muchas he reído,

he tocado la esperanza y me he desesperanzado.

Tantos caminos hay en la vida...

Muchos trayectos paralelos a muchas personas,

perpendiculares, diagonales...

Un cruce de caminos.

Senderos tortuosos.

Plácidas alamedas.

Baños en el mar y tormentas de arena.

Noches solitarias y días de rosas.

Ángeles y demonios.

Agua y piedras.

Bofetadas y caricias.

Daños y regalos.

Miradas sombrías o manos abiertas.

Mezcolanza de sabores y sensaciones.

Mestizaje de corazones.

Vaivén de olas, susurro del agua.

Agua que acaricia la arena.

Pies que disfrutan de la suavidad de la arena y del agua.

Pasos que me han traído hasta esta playa.

Una playa en mi destino.

Un mar abierto que me inunda,

que me llena de todo,

de paz, de libertad, de vida.

Una vida que me traen estas olas que llegan a mi vida.

Vida nueva en mi vientre.

Vida nueva en mis entrañas.

Pisadas nuevas desde esta playa.

Desde aquí y en adelante pasos muy distintos, pasos muy diferentes.

Aquí comienza mi nuevo rumbo, mi nueva historia,

mi nueva trayectoria, mi nuevo sentido.

Desde aquí acompañaré a otros pasos,

intentaré guiarlos, que no se tuerzan,

que no flaqueen, que tropiecen lo menos posible,

que caigan las menos veces.

Los pasos más importantes en mi vida empiezan en este instante.

Y hasta el día en que mis pies ya no puedan caminar más,

y ya no puedan sostener a este cuerpo.... hasta ese día.